Hace algún tiempo, y debido a que en ese momento pasaba por la gratificante (¿?) experiencia de trabajar en un
call center, hice una pequeña tabla con los
10 Mandamientos para el RAC (el gil que te atiende en
Atención al Cliente). En ese caso fue un delirio casi de caradura (
casi, ojo), ya que el tiempo que pasé en ese ambiente no fue, digamos, mucho.
Hoy por hoy, me dispongo a iluminar al mundo con otras máximas, pero en este caso para el que atiende un
telecentro, consejos que se pueden tomar para atender un
kiosco, un
cyber o todo esto junto. A saber:
1. El cliente
nunca tiene la razón. Y si la tiene, no se lo admite.
2. Los
23 centavos son, automáticamente
25. A menos que sean ustedes los dueños, dispuestos a perder esa valiosa diferencia por redondear para abajo, eso no se cambia. Si les piden los dos centavos de vuelto, lo echan.
Es mejor perder una fracción de peso que el orgullo (frase y consejo aplicable a muchísimos otros aspectos de nuestra vida).
3. El contestador hace su trabajo: contesta. Si les vienen a reclamar porque no hablaron e igual les cobró, se les aconsejará dejar su mensaje la próxima vez. Pero esta,
se les cobra.
4. La empresa telefónica pone las tarifas, no el local. Si se viene el concierto de insultos por lo arbitrario de los
$0.23,
$0.46 o
$0.69 (que siempre se redondean para arriba, como indica el
punto 2) le pasan el
Libro de Quejas -ese, si, el que jamás se lee-, la dirección de la empresa telefónica, el nombre del gerente o un papelito celeste que diga "
Reclamos Telecom", aunque sea a mano.
5. Un local de estas características, que vende menudencias como mucho, no recauda fortunas. Y si lo hace, no se verá reflejado en el bolsillo del que atiende, si no es el dueño. Asique no intenten entrar a trabajar en uno porque les va a dar
buena guita. Ilusos.
6. En base a lo anterior, el constante contacto con la gente no es siempre grato, y menos con ese sueldo.
Al que atiende: paciencia, ya vendrá algo mejor.
Al cliente: paciencia, el que está atrás del mostrador es humano, y
un humano bastante desgastado.
A todos estos conceptos, se le pueden sumar varios, según los rubros que se le sumen al local, a saber:
si es un cyber, el que atiende no tiene que ser obligatoriamente servicio técnico. A no irritarse si la PC que al dueño se le cantó poner en ese lugar se tilda y quien atiende no puede dar una respuesta satisfactoria a su problema.
Si es kiosco: las cosas suben de precio gente, es parte de esa inflación que supuestamente no existe. A menos que les estén pidiendo $2.50 por un caramelo
Sugus, no se alarmen si el precio no es el que esperaban.
Y en cualquier situación en la que haya que dirimir si tiene razón quien atiende o quien es atendido, no duden:
la razón la tiene el que tenga la plata en la mano. Si no pagaron todavía, el cliente es Dios. Si ya pagaron, quejarse con el Guardián de la entrada al Infierno es todo lo que pueden hacer.
UPDATE: No se hagan los panchos. No miren para arriba como si no hubiese pasado nada o no se dieran cuenta.
Sabemos cuando entran con un billete grande solamente para buscar cambio. No intenten disimular comprando esa
Levité de naranja de medio litro, o ese alfajorcito de
maicena. Ya lo sabemos. La poderosa mafia de los encargados de telecentros somos muy rencorosos y, aparte de negarles la mercadería porque no tenemos mucho cambio (es cierto, no tenemos), sabemos donde viven y no vamos a tener piedad.
Salud.
PD: No creoq ue haga falta aclarar que todo esto es un poco de humor. No creoq ue haya que cagarse en los clientes, a menos que sea completamente necesario. O se lo tengan merecido.
PD2: Dedicado con todo el amor que una persona normal puede tener hacia su jefe para mi estimado empleador Faviote, que sabe todo lo que lo aprecio, a pesar de que sea medio atorado. Salud.