lunes, 26 de mayo de 2008

Y así debería ser...

Abrió los ojos de repente, casi sin pensarlo. La luz era tenue y le golpeaba como dos pequeños martillos, pero aún así no le impedía ver. Tuvo que unir todas sus fuerzas para levantarse, llegar hasta el baño y observar en el espejo las arrugas que la vejez le obsequiaba. De todas maneras, ese semblante de paz era como el de un sabio griego.

Conforme pasó el tiempo, y pudo dejar de usar el bastón, comenzó a recordar todas aquellas cosas que siempre había deseado hacer, pero hasta ahora su debilitado físico no le había permitido. Salía a caminar, paseaba por la plaza de la ciudad, el parque, el centro, las peatonales. Charlaba con algún vecino y comenzaba a sentirle el gusto a aquellas meriendas a media tarde cuando el clima era el justo.

Los años fueron llegando, la fuerza y la vitalidad le llegaron de golpe y su independencia fue esa llave al mundo que siempre había esperado y deseado tanto. Trabajar para ganarse su propio pan ya no era una utopía, y se sentía cada vez más útil, y por ello más feliz.

Mientras se acercaba a la juventud, conforme los años seguían pasando, y terminaba de cumplir su vida laboral, se dedicó su tiempo para elegir su carrera universitaria. Estudiar, enriquecerse, conocer más y madurar todo eso que había vivido ya.

Con la vida más descontracturada, sin tantas presiones, pensando solamente en disfrutar de cada día, se dedicó a sí mismo. En su mejor momento físico, pudo conocer esos lugares que toda su vida había planeado visitar: escaló, navegó, voló y exploró, desde el más alto de los montes hasta la más profunda de las cuevas.

Se enamoró fugazmente, gozó con relaciones largas y no tanto, explotó con la pasión a flor de piel y se dejó llevar por las hormonas, más florecientes que nunca.

Con una vida completa, sin reproches, con obligaciones y deberes cumplidos, con derechos reclamados, placeres gozados y experiencias como para llenar una biblioteca, se dejó abrazar por esos brazos maternales que lo contuvieron, que lo mimaron, que le dieron de nuevo esa paz y descanso que hace tanto no sentía. Encontró a su único y verdadero amor, la tranquilidad.

Volvió a ese vientre donde fue deshaciéndose en una profunda calma, hasta que la vida "se apaga en un tremendo orgasmo...".

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Una mezcla de leer a Quino y escuchar a Dolina al mismo tiempo. Uno con su carta de "La Vida al revés" y al otro con "La murga del tiempo". Me fui en delirio, je.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente delirio... CLAP CLAP!

Pero no sé, la naturaleza es sabia ("pero media borracha", decía un profe)... En una de esas nos dolería la ciática cuando tengamos que ir a la primaria... O de dónde naceríamos, de un ataúd? Mmmm... Yo no firmo, me se quedo así... Mal conocido, que le dicen.


(Muy buen blog... De a poquito voy conociendo delirios, permiso...)

ale dijo...

Karito: Yo también, prefiero estar así de mal armado como vine, ya estamos. Pero soñar no cuesta nada!

Pase tranquila, lea y delire todo lo que quiera, que cada post es de entrada libre y gratuita.

Unknown dijo...

de la vejez a la adolescencia, tengo un amigo con el cual todas las charlas que mantuve en la vida fueron basadas en eso.
si eso fue un delirio habra que hacer lo posible por alejarte de todo farmaco que lo intente controlar.

Analuz (todojunto) dijo...

A veces tengo la sensación de que la vida empieza con una luz muy brillante que se va atenuando a medida que pasa el tiempo, otras veces no. A veces me encuentro con viejos que están más vivos que nunca...
¡Yo quiero estar viva y brillante hasta el final!
Este post devuelve luz.
Se vemos :)

Franco Mar dijo...

muy copado... que bueno sería una vida así al revez... ser niño despues de haber sido viejo... :P


te dejo una de capusotto... q me acordé.

Los animales son mas inteligentes que los hombres, por que cuando son chiquitos nadie les pregunta "que vas a ser cuando seas grande"
entonces crecen libres y sin preocupaciones.

tiacosas dijo...

Es interesante esta visión, pero no me gustaría irme de este mundo llorando y chorreada de sangre. Aparte la madurez mental, va decreciendo, y a mí me gusta ir ganando experiencia en la vida.

Aunque me vea envejecer y llenarme de canas, el status quo vital (?) me satisface :)

viviendolavida dijo...

q lindo debe ser llegar a esa edad asi, sin rencores, sin remordimientos, sin arrepentimientos, ojala llegue asi yo...

verdelimon dijo...

y yo me quedo con la vida como es, crecer te da chances de aprender, te regala otra perspectiva que parte de que tengas cierta experiencia... no quita que vivir al reves pueda llegar a ser interesante, sólo que elijo la opcion de madurar más siendo que de esta manera vos no sabes cuantos años te quedan... igual, debe ser muy emocionante pasarte tus ultimos años de vida jugando con crayones y sin tener que pensar...

Pily dijo...

Y si ya tienes la experiencia cuando llegas a la edad de la locura la realizaras igual? Y si tienes memoria de lo vivido serás joven, puro, indefenso, soñador, alegre,... No se, no se, como dicen por aquí yo me quedo como estoy, que con lo bueno y lo malo estoy más bien que mal, aunque a veces me queje ;)

Besos...

Anónimo dijo...

por un lado sería bueno nacer de las cenizas, y vivir lo jodido de primera. Siempre te dan ganas de seguir sabiendo que se viene lo mejor.. Pero por el otro, no me gustaría empezar mi vida sin pasar por los brazos y el interior de mi madre, sería como perder gran parte de los sentidos naturales que me encantan de la vida..
que se yo, vos delirá que yo te acompaño..
Volveré !