Para algunos, un amigo es el que está en las buenas y en las malas. Para otros, el que siempre acepta salir a tomar algo o divertirse. Hay quienes creen que es quien escucha cuando necesitamos a alguien que lo haga. También algunos que creen que a pesar que una varias características importantes, el tiempo también influye.
Me uno a ese último grupo. Un amigo no es una persona simpática, o que nos comprende, o que es nuestro cómplice, o que no nos dice lo que sabemos que nos va a ofender. Quizás es un poco de cada cosa, o allgo si y algo no. En mi opinión, el tiempo que llevamos conociéndonos influye mucho también en mis amistades.
Conocidos hay muchos, compañeros también. Amigos son pocos. Muy pocos. Y prefiero tener amigos que se cuentan con los dedos de una mano, pero saber que a la otra la pongo en el fuego por ellos. Por más que alguien reúna todas las características para ser un excelente amigo o amiga, cuesta dejarlo entrar, ya que no es fácil conseguir buenas amistades. Por eso para mí, personalmente, saber definir quienes son amigos, quienes más y quienes menos, es muy importante.
Es quien ha pasado horas conmigo, pero que ha sabido decirme la verdad cuand tenía que oírla, que es sincero en el momento indicado. El cómplice en lo bueno, el sincero en lo malo. El que tiene gustos diferentes, e igual puede pasar ratos larguísimos conmigo hablando de lo que sea. Y viceversa. Son muchos factores, que hacen que una persona deje de ser cualquiera y pase a ser alguien importante en la vida que tengo.
Sobre este tema se han escrito miles de hojas, cientos de libros, millones de cadenbas de emails, sobre todo. Nadie tiene la verdad absoluta, y cada uno sabrá como valorar a sus allegados. Yo sé que amigos tengo, y doy lo que sea por ellos.
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