miércoles, 3 de septiembre de 2008

Diálogo...

- Te quiero más que a mi vida.

- ¿Y eso cuánto es?

- ...

- ¿No sabés cuánto vale tu vida?

- Es una forma de decir. Te amo.

- ¿Sabés qué es el amor?

- Lo que yo siento por vos.

- ¿Y cómo lo sabés?

- Porque nunca antes sentí lo mismo.

- ¿Y no puede ser que nunca antes hayas sentido algo que no es amor?

- Puede ser, pero...

- Entonces puede ser que no me ames.

- ¿Y cómo puedo saberlo?

- Lo vas a sentir.

- Te digo que lo siento.

- Pero no sabés lo que sentís.

- Entonces no hay diferencia con lo que te diga.

- La verdad que no.

- Ah, bueno. Te amo.

- ¿Con seguridad?

- Ya no. Pero me hacés reír.

- ¿Te reís de mi?

- "Me hacés reir", dije. No es lo mismo.

- ¿Entonces qué quiere decir?

- Nada.

- ¿Y por qué lo dijiste, entonces?

- No importa.

- ¿Me estás cargando?

- No.

- ...

- ...

- ¿Te pasa algo?

- No.

- Te noto distante.

- No me pasa nada.

El problema de decir la frase equivocada en el momento equivocado. No importa el sentimiento verdadero, si la intención es la de buscar un conflicto que no existe. Que quien no se sienta identificado con ninguna de las dor partes, arroje la primera piedra.

Pero apunte, no vaya a ser que me rompa un vidrio.

10 comentarios:

Tamara dijo...

Una vez un profesor de sociologia nos dijo que del amor y la fe no es productivo ni discutir, ni cuestionar porque trabajan en una instancia muy lejana a la razon. Quiza sea cierto.

El Profe dijo...

A veces las razones son tan complicadas que es mejor no buscarlas, sumado a que abrir la boca para decir eso que el otro no espera causa desencuentros verbales... amor y razón dos polos alejados de una misma cuestión, donde prevalece uno el otro desaparece.
¡Abrazo!

Anónimo dijo...

Ah, mamita querida, qué ganas de pelear...

Yo creo que no es racionalización, es la incapacidad de ponerle palabras... El lenguaje nunca alcanza para describir lo que se siente, se piensa, lo que el ser humano vive. Mejor dicho, el lenguaje siempre sobra para describir esto; el sentimiento es lo que discurre por debajo del palabrerío.
Vos mismo dijiste una vez acá "Sobran las palabras"...

Bueno, me hice lío, ves? Por poner palabras. Se lo extrañaba.

Un beso.

Princesa Sukimuki dijo...

q feos son esos dialogos q terminan en un momento extraño sin sentido.
las fallas de comuniciación lamentablemente son constitutivas de las relaciones humanas.

Beso!

Pame... dijo...

... y que necesidad hay en encontrar "una basurita" en una palabra hermosa como "te amo"...
¿no dejo de preguntarme como tantas personas tienden a complicar lo más simple, lo más hermoso?... tanto cuesta dejarse querer... tanto miedo da...?

a veces me enojo...
porque la única respuesta que vale es el sentimiento compartido, y con él todas las demostración de "yo también te amo" que quepan en mil segundos...
y si no... silencio y distancia...

abrazos amigo!...

Anónimo dijo...

Yo puedo tirar la piedra!

Pero no lo hago porque no soy violenta.

Por suerte, no me enrosco en ese tipo de conversaciones que te llevan...a la nada.

Los sentimientos no se discuten, carajo!

Unknown dijo...

yo le voy a poner una capa de cemento a mis ponys y sonaste..
el momento inadecuado o quien nunca sintio?
habria que matarlos a todos, he dicho.

Unknown dijo...

que dialogo que me suena conocido.
pelear por pelear, que buen sentimiento.

Anónimo dijo...

Este texto es una genialidad, comento un poco tarde porque cuelgo con leer otros blogs, pero te felicito. Es una genialidad que connota muchas verdades.

Un abrazo

unServidor dijo...

-¡Ma'sí! ¡No te amo un carajo!
-Dolor. Me dejó, yo no sé porqué...