no se ven y se tira todo a la marchanta.
Tan cierto como la frase de Calamaro no hay. Pero también es cierto algunas (pocas) veces en la vida se aprovechan las chances que se tienen, y es algo que hay que destacar.
A jerga del casino: Blackjack. 21 no se tienen sin esfuerzo, y sin sufrir un poco en el trayecto. De todas maneras, haber llegado a cumplirlos, y festejarlos de esa manera, con esa gente, en ese lugar y en ese momento, es algo por lo que hay que estar agradecido.
No sé si por casualidad, causalidad o juego del destino, el día anterior comenzó con algunos malos presagios, como si lo que viniese fuese a ser difícil y duro. Por suerte y para mi alivio, nada más alejado de la realidad. El número mágico llegó, y aunque sea por unas horas nos olvidamos del resto del mundo (poético, pero incierto, en realidad).
En lenguaje menos rebuscado: buena gente, buena fiesta. Branca en mano, música para todos los gustos. Dedicatorias con guitarra, una cantidad de brindis como nunca me hubiese imaginado.
Diría el Nano...
Mis amigos son sueños imprevistos
que buscan sus piedras filosofales,
rondando por sórdidos arrabales
donde bajan los dioses sin ser vistos.
Mis amigos son gente cumplidora
que acuden cuando saben que yo espero.
Si les roza la muerte disimulan.
Que pa' ellos la amistad es lo primero.
Salud.