jueves, 26 de abril de 2007

Iluminando el camino...

Después nos venimos a quear de la inseguridad en la ciudad. Las violaciones en ciudad universitaria, los asaltos en zonas céntricas o los accidentes de tránsito fatales. Se buscan soluciones de fondo. Educación, proyectos profundos que modifiquen la base de la sociedad. Pero parece que algo tan simple como la luz escapa a mentes, irónicamente, poco iluminadas en la Municipalidad de la ciudad o gobernación de la provincia. Ejemplos hay muchos, pero ninguno tan escalofirantemente grande como el tramo que día y noche transitan miles de estudiantes en su trayecto a su facultad.

El sector que va desde Plaza España hasta Ciudad Universitaria es tan masivamente concurrido como oscuro. De noche, y más en días de lluvia, atravesarlo puede ser una verdadera odisea. Sin mencionar la inseguridad, es sumamente incómodo tener que ir esquivando una vereda rota en muchos tramos y encima con agua o basura desparramada.

Esto no llamaría tanto la atención de no ser porque el año pasado en esa zona se hizo una obra importante en tamaño y en costo, y fue el cerramiento completo del helipuerto de la Casa de Gobierno. Lo que hace surgir la pregunta de si para afuera importa poco y nada lo que pase, mientras el gobernador sale volando sin enterarse de nada.

En época de elecciones es notorio que no intenten ganar simpatías con obras superficiales pero impactantes. Lo que se explica rápidamente con el hecho de que los estudiantes que circulan por esa zona son en un gran número del interior de la provincia o de otros puntos del país, y del resto hay muchos que ni siquiera votan, dada la bajísima intención de voto que se está registrando en los últimos comicios. Así, este no representa un punto a tener en cuenta para los funcionarios encargados del tema, y los estudiantes seguimos sorteando como podemos el camino para estudiar o volver a casa.

Si sumamos la oscuridad del Parque Sarmiento, de un lado de la avenida, y de la zona ya mencionada, por el otro costado, ni autos ni peatones pueden circular con seguridad un sector que, ilógicamente, bordea el predio de la Casa de Gobierno de la Provincia de Córdoba. Penoso.

Enviado al diario La Mañana de Córdoba como Carta de Lectores el día 26 de Abril de 2007.

domingo, 15 de abril de 2007

Me la veía venir...

Hace un tiempo, me surgía la duda de si las convocatorias a la sociedad del Ing. Juan Carlos Blumberg no ocultaban un trasfondo político un poco más que obvio. Ayer, esta duda se comenzó a disipar, de a poco. "Macri y Blumberg afianzan su alianza", decía el diario la Nación.

El padre del chico secuestrado y asesinado propuso nombres para la lista, y ahora se suma al tour de campaña que hace Mauricio Macri por toda la provincia de Buenos Aires, en busca de fortalecer su presencia en todo el territorio de cara a las elecciones.



Estas son las cosas que hacen que uno descrea en el país, en el sistema, en la vida. Y más si lo agarran en la edad en la que forma su pensamiento crítico y su concepción del mundo. Una encuesta de la Fundación Odiseo hecha hace pocos días revelaba datos sobre la juventud en general, como por ejemplo que el 61,1% de los 1200 jóvenes encuestados sostuvo que nunca se afiliaría a ningún partido político, número que sube en los de clases altas que viven en la ciudad.

Aún con ese cruel dato, el del rechazo a la participación partidaria (mayormente por el escepticismo fomentado por las organizaciones políticas), el 70% de los que respondieron aseguraron su intención de ir a votar aunque el voto no fuese obligatorio. Y algunos más también aseveraron que el sufragio importa y hace la diferencia.

Se podría entender como una intención generalizada de dar una opinión, pero no tomar parte de la politiquería imperante en nuestro país. Y es grave, teniendo en cuenta la edad de los que respondieron las preguntas. Pero... ¿cómo tener fé en una clase dirigente como la nuestra o en un cambio de rumbo a esta altura del partido? La sociedad en sí ya está corrupta, eso no es ningún secreto. Y se potencia si el mayor símbolo de justicia social se alía con la ultraderecha para encontrar asientos en las instituciones gubernamentales. Y se agranda si uno de los candidatos a gobernador porteño posee más de 22 millones de pesos en patrimonio declarado (hay que sumar todo lo que no esté a su nombre o sin declarar). Y se hace extremo cuando un postulante para Presidente de la Nación admite que dió la orden de reprimir a docentes, con todos los matices que ese tema pueda llegar a tener.

No es una época de certezas, ni mucho menos. Pero con acontecimientos como éstos, vamos de mal en peor.