lunes, 23 de noviembre de 2015

Sensaciones...

Es difícil explicar el mar de sensaciones de estos últimos días. Optimismo, pesimismo, tristeza, alegría... hoy, elijo quedarme con una decepcionada resignación por el resultado de las elecciones, por la última demostración de que estoy tan alejado en convicciones a muchos amigos y seres cercanos, pero con la convicción de que van a ser cuatro años de transición y esperando que no se cumplan todas las profecías que con mucho argumento podemos esperar. Quiero creer que no vamos a caer en el peor de los escenarios, por más probable que me parezca.

Es cierto que no volvemos a los '90. Muy cierto. No creo que tengamos con 2001 pronto, tampoco. No es lo mismo venir de 20 años de gobiernos militares, democracias debilitadas con hiperinflación y desestabilizaciones y una década de furioso neoliberalismo destructor de industria nacional.

Venimos de 12 años de recuperación de industria y mercado interno. De suplantación de importaciones. De desarrollo económico. Con pros y contras, con ventajas y desventajas, con aciertos y errores. Pero la verdad es que la situación del país hoy no es la del '99. Es mejor, la mida quien la mida, con el indicador que más le guste. Y espero que el resultado de este cambio tampoco sea el mismo que aquella vez. Tenemos una sociedad más politizada, más involucrada, menos ingenua. Tenemos medios desenmascarados, poderes reales desnudados de su velo de impunidad.

Creo que no nos esperan los cuatro años que podrían haber sido, pero estoy dispuesto, al igual que mucha gente, a defender lo logrado e ir por más. Sin chicanas políticas, sin Cámporas, sin globos de colores. No soy optimista, pero tampoco estoy resignado. Como buena vida en democracia, desde el 10 de Diciembre me toca ser opositor, y lo seré con mucho orgullo, aceptando los aciertos y criticando los errores. Reconociendo lo que se pudo haber hecho mejor o lo que se hizo mal.

Pero me quedo con una idea: no fueron 12 años en vano. No serán indiferentes en la historia Argentina, y por eso estoy agradecido. Creo firmemente que avanzamos muchísimo más de lo que retrocedimos, y por eso también creo que el cierre de este ciclo y el comienzo de uno nuevo no merece rendirnos. Por todo lo que se logró, por corregir todo lo que se pudo haber hecho bien, por ir hacia adelante, de cualquier lado de la vereda. Por la AUH, por YPF, por Aerolíneas, por la movilidad jubilatoria, por la industria nacional, por las fuentes de trabajo, por el aumento del consumo y la mejor calidad de vida de todos.

Gracias por tanto, perdón por tan poco, no perdamos la memoria, miremos para adelante y mejoremos todos.

No hay comentarios.: